Como videógrafo, siempre disfruto de nuevas localizaciones, pero también de nuevos protagonistas para mis vídeos de boda, y con Tom y Virginia se dieron todos los elementos para que fueran una de las bodas más especiales que he vivido.
Cuando conocí a Tom y Virginia, ya me anticiparon lo especial de su acontecimiento. Lo primero es que todos los invitados, tanto familia como amigos vendrían de fuera y muchos de ellos de muy lejos. Primeramente, Tom, su familia y sus amigos, pues todos son escoceses. Luego por parte de Virginia, de Madrid, además de todos sus amigos de todas partes del globo.
También especial porqué decidieron casarse en Córdoba, pues al descubrir el Castillo de Almodovar, quedaron prendados y decidieron casarse en él. Así que sería una boda internacional.
El día antes de la boda, Tom y Virginia, familia y amigos se alojaron en la Hospedería Covento Santa Clara en Palma del Río, donde tenían preparada una cena de recepción antes del gran día, y donde serían los preparativos previos el sábado de boda.
De nuevo con mi amigo fotógrafo Valentín Gámiz, a la mañana siguiente disfrutamos de unas tomas increíbles y naturales con Virginia y Tom, rodeados por su gente querida durante los preparativos.
Virginia, una auténtica fuerza de la naturaleza, y una todoterreno, ejercía de anfitriona, pero disfrutando cada momento, que junto a su familia y amigos nos hicieron sentir como uno más.
Tom, muy tranquilo, esperó hasta último momento para prepararse elegantemente y llevar los colores de su familia escocesa que marcaría parte de la ceremonia.
Al llegar al castillo, se notaba la mano de Carmen de Ellegantia y su equipo, que hicieron que el mítico lugar luciera aún más.
Tras un gaitero escoces soplando su gaita, Virginia subía por la entrada del castillo cual reina en una película de la época. Tom la esperaba para celebrar juntos una ceremonia muy especial donde participaron amigos y familia.
La noche cayó tras el catillo en su gran patio iluminado por unas impresionantes lámparas colgantes. Se disfrutó de una increíble cena al aire libre a cargo de Delfin Delicatessen, donde se compartieron emociones y risas ante varios speech de algunos presentes.
Una boda y un vídeo que nunca olvidaré, y que espero que Tom y Virginia tampoco.